La familia es lo primero: Princess Pomu & The 5 Moons
Si hay un tipo de videojuegos por los que siento debilidad, esos serían los metroidvanias. Desde que conocí Castlevania, sentí algo que pocas veces me había pasado en un juego: que me estaba perdiendo, pero a la vez quería explorar más.
Con el tiempo fui pasando por juegos más recientes como Axiom Verge, Hollow Knight, Blasphemous, Momodora y muchos más que me ayudaron a enamorarme definitivamente de esta forma interconectada del mundo, con progresión de habilidades y estilos únicos de mostrar las particularidades de cada escenario.

Por eso, cuando llega un juego latinoamericano que trae novedades al género, llama automáticamente mi atención y esto es lo que me sucedió con Princess Pomu & The 5 Moons. Desarrollado por Pixel Dominus y disponible en Steam y Nintendo Switch, nos propone una aventura sencilla pero gratificante.
Nos cuenta la historia de Pomu, una princesa que a pesar de tener que cumplir las obligaciones con su reino, lo que en realidad quiere es ser artista y encontrar en el trayecto a su madre que desapareció cuando era solo una niña.

El juego arranca con un clima tranquilo, mostrándote al pueblo y a su gente, hasta que ocurre un imprevisto: una legión de humanos mutados arrasa con todo el reino y secuestra a la familia real.
En este lapso, la princesa adquiere poderes demoníacos gracias a un cofre secreto, haciendo que ahora su motivación principal sea recuperar a su familia y cobrar venganza por lo que hicieron con su pueblo. Todo esto de manera muy violenta porque sí, el juego a pesar de su pixelart hasta tierno en ciertos momentos, cuenta con nivel de brutalidad en su gameplay que me parece un elemento a destacar.
Toda esta brutalidad es acompañada por una jugabilidad rápida y frenética, donde tanto los enemigos que se cruzan en nuestro camino, como los movimientos de «salto» y de «ataque», son sumamente ligeros y el sentimiento de “golpear” es sumamente satisfactorio.

La acción es el eje principal de la aventura y está muy bien lograda, la brutalidad hace que el juego tenga un elemento distintivo, en un género tan explotado como este. Otro elemento que contribuye a darle dinamismo al gameplay es la pistola.
Tener la oportunidad de disparar en medio del combate ayuda tanto con los enemigos que están más alejados como los que tenés próximos, haciendo que los combos duren más y se forme una agilidad a la hora de los enfrentamientos que funciona muy pero muy bien.
Remarco y le doy tanto énfasis a la acción porque siento que es lo mejor logrado del juego, aunque la historia y el arte también están bien llevados, la sensibilidad que tiene el golpear está muy bien lograda para un juego hecho por una sola persona.

La historia de venganza se refleja de manera muy clara en los diálogos que Pomu tiene con su propio demonio, encontrándose constantemente en un conflicto tanto ético como moral donde se discuten qué tan bien está atacar a ciertos personajes y demás. También cabe aclarar que la princesa tiene un sistema de culpa que va creciendo a medida que vamos siendo más brutales en las ejecuciones de los enemigos y demás acciones que decidamos tomar.
Otro elemento a destacar son los jefes que, como en gran parte de metroidvanias, ponen en juego las distintas habilidades que fuimos consiguiendo a lo largo de la aventura, haciéndonos pelear varias veces hasta encontrar sus puntos débiles. El combate no es un mero spameo de golpes como sí puede pasar en otros enfrentamientos. La estrategia es crucial en estos momentos.
Me gustaría detenerme brevemente en la conexión de los escenarios y el arte. Son dos elementos que, a pesar de tener sus complicaciones, ayudan a crear una identidad y una vitalidad al mundo de Tomu, lo cual es un logro a remarcar.

Tomé la decisión de cerrar este análisis con una pregunta ¿Qué tiene para ofrecer un estudio independiente latinoamericano a un subgénero tan experimentado como son los metroidvanias? La respuesta es siempre: Princess Pomu & The 5 Moons nos ofrece una delicadeza y pasión que es propia de un juego hecho en este continente. Una historia centrada en las raíces, los mandatos familiares y la importancia de la reivindicación de un legado, como también el inicio de un nuevo camino.
Con un gameplay versátil y ágil, una extensión no muy larga y una progresión bien implementada, hace de esta aventura una buena forma de hablar de los legados porque, al fin y al cabo, la familia es lo primero.

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