Las leyendas se forjan con sangre: Arco

A pesar de jugar videojuegos hace años, siempre me costó mucho engancharme y dedicarle muchas horas a los juegos de estrategia por turnos, no por falta de interés, sino porque sentía que no eran para mí. 

Aún así, desde que conocí al juego del que me toca hablar hoy, mi visión sobre el género cambió drásticamente para bien. Lanzado en agosto del 2024 y desarrollado por un compendio más que internacional con artistas de Australia, México, Polonia y España, nos traen una vuelta de tuerca a las aventuras en el lejano oeste.

Publicado por Panic Inc. (Firewatch, Untitled Goose Game y el flamante Despelote que ya tiene análisis en la página) y ambientado en la colonización española en América, el juego nos muestra una versión alternativa de estas épocas específicamente en América del Norte.

La historia nos trae a tres personajes centrales que se ven movilizados por un mismo motivo: la venganza, lo cual deja entrever desde un primer minuto, que genera un fuerte sentimiento de empatía y de identificación en las decisiones que van tomando los protagonistas a lo largo de la aventura.

El juego nunca te hace sentir a gusto, es una aventura hostil que a pesar de su arte que parece amigable, nuestra historia no es para nada corta y la toma de decisiones juega un papel central en lo especial que tiene esta historia.

El sistema de combate aunque no es algo innovador, contiene elementos que lo diferencian del resto y que me parecen importantes de mencionar como el sistema de culpa, porque sí, en Arco las decisiones que tomemos importan y cambian el destino de la historia de los personajes.

La culpa en el juego se muestra con fantasmas que nos atacan en medio de los combates, apareciendo estos en mayoría cuando tomamos decisiones que pueden afectar a personajes que nos encontramos en nuestra aventura como otros viajeros, pueblerinos o integrantes de la Compañía Roja con la que buscamos venganza a lo largo de todo el juego.

A lo largo de unas más de 16 horas de gameplay, desglosan un amplio abanico de enemigos que se interponen en nuestro camino y calman por algunos minutos nuestra sed de venganza: Todos son distintos, en mayor o menor medida, cada tipo de enfrentamiento propone una estrategia distinta a la hora de afrontarla y hace que podamos estar varios intentos en un mismo combate porque como mencioné con anterioridad, Arco no es un juego amable.

Este hambre de venganza se siente presente en el gameplay y la conformación de su mundo, dónde varios de sus personajes buscan constantemente afectar y dañar al otro, sea con trampas o con emboscadas que son muy frecuentes en la aventura y la llenan de un dinamismo que hace de la travesía por su mundo algo mucho más entretenido que en otros videojuegos del género.

El dinamismo es pactado desde la concepción de las peleas dónde, además de movernos nosotros como personajes, el resto de combatientes también toman decisiones al igual que nosotros, haciendo que estemos pendientes de sus movimientos y que estrategia nos conviene para el siguiente turno.

Y si hay que hablar de algo imponente es su arte, que a pesar de su simplicidad, le calza de maravilla al videojuego. Con un pixelart muy fino, los paisajes y los biomas que vamos visitando se sienten vivos y únicos con el paso del tiempo.

El soundtrack es algo que también hace único y que todos los elementos que mencioné anteriormente, confluyan en una venganza que aunque parece no tener respuesta, aparece un halo de esperanza entre tanta violencia y hostilidad, con un sonido tan íntimo y que acompaña de manera perfecta a la aventura. 

Con un sonido regional, que acompaña los climas y paisajes tan distintos en el juego, muestra orgullosamente sus orígenes y esto es gracias al gran trabajo de José Ramón “Bibiki” García en el soundtrack que acompaña nuestra aventura y la tiñe con una sensibilidad que pocos artistas pudieran haber hecho.

No quiero spoilear mucho de su historia porque sinceramente siento que es una aventura que cada uno tiene que vivir y me parece que es importante resaltar el cariño y pasión que se le puso a este juego, es hasta sorprendente el nivel de crudeza y humanidad que tiene el juego en todos sus apartados.

Por esto y por muchas muchas razones, recomiendo ampliamente darle una oportunidad a esta aventura que quizás, como me ocurrió, se llevan una gran sorpresa y se vuelvan parte de la leyenda de Arco.